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Planta de interior popularmente conocida por sus grandes hojas brillantes y su capacidad para purificar el aire. Es originaria de las regiones tropicales de Asia y se ha convertido en una opción común para decorar interiores debido a su atractivo estético y facilidad de cuidado.

Puede soportar la vida en exteriores sin recibir sol directo. En estado natural, es un árbol de dimensiones espectaculares.

Dificultad: Media-Baja. Se adapta muy bien a la vida en interiores, siempre que se evite que los rayos de sol le den directo o a través de las ventanas. El mayor riesgo es cuando se los pasa de agua o el sustrato queda encharcado, ya que ésto provoca pudrición en las raíces. Es recomendable colocar la maceta en una bandeja con rocas y agua para elevar la humedad a su alrededor y que el agua de riego filtre hacia abajo y no se encharque.

Condiciones óptimas:

• Luz: El gomero prefiere una ubicación brillante con luz indirecta. Evita la luz solar directa, ya que puede dañar las hojas. 
• Ambiente: Disfruta de temperaturas cálidas, entre 18 °C y 24 °C. No exponer a corrientes de aire frío o cambios bruscos de temperatura, ya que esto puede afectar su salud. Le vienen muy bien los ambientes húmedos. Rociar y limpiar sus hojas con agua regularmente para aumentar la humedad ambiental lo ayudará. También puedes colocar la planta en una bandeja con rocas y agua para elevar la humedad a su alrededor.
• Riego: Es importante mantener el suelo del gomero ligeramente húmedo, pero evita el exceso de agua que pueda provocar el encharcamiento. Regar cuando la capa superior del suelo esté seca al tacto. Durante el invierno, reducir la frecuencia de riego, permitiendo que la capa superior del suelo se seque completamente antes de volver a regar.
• Sustrato: Preferentemente liviano, mucha materia orgánica como turba o pinocha, y con buen drenaje.

Las plantas son seres vivos y por esto, pueden variar en su forma, color y tamaño unas de otras.